En este artículo os presentaré a la bacteria Escherichia coli, que de aquí en adelante la abreviaré llamándola tan sólo E. coli. Normalmente tan sólo se le conoce por causar brotes de infecciones intestinales transmitidas por los alimentos, como son las intoxicaciones alimentarias y la diarrea del viajero, pero las E. coli patógenas también pueden provocar otras enfermedades fuera del tracto digestivo.
Para aclarar las terminologías que se van a utilizar, cuando a un microorganismo le añadimos el apellido de comensal, queremos decir que es bueno, y cuando le añadimos el apellido de patógeno, nos referimos a que tiene la capacidad de producir daño y enfermarnos.
E. coli es el paradigma de una especie bacteriana versátil puesto que está constituida por miembros que son comensales inofensivos, pero también puede tener diferentes variantes patógenas con la capacidad de causar enfermedades intestinales o en otras partes del cuerpo, por lo que podría causarte desde diarrea hasta infecciones del tracto urinario e incluso tiene la capacidad de producir sepsis y meningitis.
Además la E. coli puede adaptarse rápidamente al ambiente, de modo que cambia su metabolismo para poder consumir los sustratos que tiene disponibles, por lo que va a tener activadas algunas enzimas y otras desactivadas dependiendo de cuales sean las circunstancias de su entorno.
Por eso, cuando en Aristea hacemos una interpretación de un test de microbiota, antes hacemos una buena anamnesis para saber qué historia clínica está presentando el paciente para ver qué síntomas podrían estar ocasionados por las bacterias que le han salido sobre crecidas a ese paciente y también así podremos hacernos una idea de qué metabolitos se están produciendo y cuáles no.
Otra cosa que tenemos en cuenta, son las interacciones que van a tener las e. coli con el resto de microorganismos que tiene esa persona, para saber qué sustratos les están siendo aportados por otras bacterias y por qué sustratos están compitiendo. Esto es debido a que según haya más o menos cantidad de alguna sustancia que necesiten para vivir, lo tendrán o más fácil para crecer o se verá perjudicada su proliferación.
Por ejemplo, si una persona tuviera anemia y necesitara suplementarse con hierro, nos fijaríamos especialmente, aparte de la E. coli, qué otros microorganismos que tiene van a utilizar ese hierro también. Esto es así ya que si, por ejemplo, tuviera bajas las bifidobacterias que también lo necesitan, estas bacterias probióticas no estarían compitiendo por atrapar ese hierro y por tanto la E. coli lo tendría más disponible aún para su crecimiento. En este caso tendríamos que adaptar su tratamiento.
La E. coli no sólo interacciona con bacterias y sus metabolitos, sino que también interacciona con ciertos hongos. Si una persona, además de tener E. coli productoras de biofilms, también tuviese ciertos tipos de hongos con esta capacidad, entonces podríamos sospechar de que esa persona tiene presentes biofilms. Esto es porque algunas cepas de E. coli forman consorcios con algunos hongos como las cándidas para formar biopelículas, los cuales van a hacer que los antibióticos y los antifúngicos tengan mucha menos efectividad al estar los microorganismos protegidos por estas biopelículas. En estos casos sería fundamental comenzar el tratamiento con disruptores de biopelículas.
¿Cómo influyen los neurotransmisores que también son producidos por nuestras bacterias del intestino?
Hay bacterias que inducen a la producción de serotonina por células que tenemos en el intestino, y está serotonina tiene la capacidad de reducir la virulencia de la e. coli enterohemorrágica. De hecho, la expresión del receptor selectivo de recaptación de serotonina disminuye durante la inflamación, para que así pueda haber niveles más elevados de serotonina en los focos de inflamación de la infección precisamente para poder inhibir patógenos como esta cepa peligrosa de e. coli.
Ahora que ya está presentada la Escherichia coli, en el siguiente artículo abordaremos aún más la problemática de esta bacteria. ¡No os lo perdáis!
Si tenéis ganas de seguir informándoos sobre la E. Coli antes de que salga el siguiente blog, os podéis pasar por el video que realizamos la Dra. Victoria Muñoz y yo, Mayca Carillo.
Autora: Mayca Carrillo, Número de Colegiada: AND-00797
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